martes, 12 de junio de 2007

LAS ENGAÑADORAS








Alla por
los años 5o,
en Cuba se
puso de mo-
da una can-
cion titula-
da "La Enga-
ñadora". La letra de di-
cha cancion
describia el
paseo de una
bella joven habanera por la esquina mas tipica y conocida de La Habana; Prado y
Neptuno (La Esquina del Pecado). La guapa señorita mostraba, mientras se contorneaba, sus exuberantes formas caribeñas a la vez que los hombres la piropeaban al pasar.

Cuentan que quizas una vieja chismosa o quien sabe si una joven envidiosa, descubrio que todas
aquellas curvas eran gracias a unas Almohaditas colocadas de forma estrategica en su
cuerpo. De ahi en adelante nadie sus encantos queria admirar.

Mas de cincuenta años han pasado y seguimos igual. Por supuesto de forma mas sofisticada
y perfecta a la utilizada por aquella pobre chica de entonces.

Hoy existe la cultura del bisturi, donde artistas, mas que cirujanos, modifican cuerpos comunes y corrientes poniendo por aqui, quitando por alla, reduciendo la grasa y en algunos casos trasplantandola a otros lugares de la anatomia mas necesitados; y asi hasta conseguir esculpir cuerpos y caras deslumbrantes.

Claro que no todo el mundo puede acceder a ello, el costo es alto y aunque a veces hasta ofrecen formas de pago aplazadas o aceptan dinero plastico (tarjetas de credito) No muchas chicas lo-
gran este objetivo.

Pero los modistos, cuan "hadas madrinas" (solo en sentido figurado) han venido al rescate de estas ultimas utilizando sus conocimientos, mañas, tecnicas computarizadas y nuevas fibras para crear unas "protesis corporales" que moldean cualquier figura por "dificil" que este sea.

En las fotos anteriores se ve como una especie de brassier-corse, ajustado al cuerpo se encarga de resaltar la cintura y los pechos; otras piezas bien colocadas en los gluteos los aumentan de forma tal que hasta una brasilera los envidiaria para exibirlos en el Carnaval de Rio y por ultimo las piernas se retocan con unas "pantorrilleras" dejando unas torneadas extremidades para lucir con cualquier minifalda y volver locos a los caballeros. Y todo esto con un bajo costo y sin el sufrimiento de ir al quirofano o el "coñazo" de una recuperacion postoperatoria.

El asunto esta arreglado de una forma u otra, las feminas a lucir cuerpo y los hombres, como siempre, engañados, total que no ganamos una....

....Y a reir lo que se pueda siempre es mejor que llorar.



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